Estos días he leído, entre algunas cosas, en el blog de Jessica Fillol (diariocritico) que ella no está a favor de la legalización de la prostitución, lo cual me parece muy respetable, pero que en absoluto, lo comparto.
Viene a decirnos que de una forma u otra, todos nos prostituimos. Pues bien si el vender nuestro trabajo o quererlo vender, es prostituirse, todos queremos ser prostitutos.
Pero pienso que realmente que la cuestión es otra. Se habló en el Congreso de los anuncios de prostitución en los periódicos y aquí es donde surgió la controversia. Parece ser que casi todo el mundo esta de acuerdo, en hacer desaparecer dicha publicidad, pero, la polémica surge cuando los diarios sean del signo que sean, no quieren perder sus ingresos por esta publicidad, aludiendo que los tiempos que corren no están para eliminar ningún tipo de ingreso. Pero quiero recordar que estos anuncios vienen publicándose desde hace mucho tiempo y salvo dos diarios, que yo sepa,(puede que me confunda y haya alguno mas) NO han publicado este tipo de anuncios, además uno de ellos VIVE de la publicidad puesto que es gratuito. Si estos pueden, pasar sin ellos ¿Por qué los demás no? Ahí dejo mi pregunta.
Y a raíz de esto, como añadido, viene la pregunta, ¿regular o no la prostitución?
Entiendo que muchas personas, no lo vean con buenos ojos, por motivos ideológico-religiosos, pero yo creo y mucha mas gente, que seria necesario, por qué a pesar de lo que algunos digan, de esta forma se podrían controlar algo mas las mafias (no digo del todo pues seria muy difícil), se debieran habilitar locales y sacar a las prostitutas de las calles, con todo lo que esto conlleva. De esta manera se conseguiría que se pagaran una serie de impuestos que hoy en día no se recaudan, se tedria un mejor seguimiento sanitario. Esto no es la panacea, pero, repito solucionaría gran parte del problema. Creo recordar, que ya se hizo en España, donde las prostitutas, tenían sus cartillas sanitarias y pagaban sus impuestos, pero llego el “nacional catolicismos” y aquí paz y luego hipocresía.
Hoy en día, tenemos un sí pero no. No es legal pero tampoco ilegal, se las deja pero se las quita, no queremos verlas por las calles, pero tampoco poner recintos que estén controlado. Sabemos que hay una parte que ejercen voluntariamente, pero la gran mayoría, se ven obligadas por múltiples razones y no precisamente porque les apetezca, aquí es donde hace falta esa regularización.
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